Monte Azul Center for the Arts
Reflecciones
Claire Breukel
Curadora | Miami, New York

El paradigma creativo de la programación artística y el espacio expositivo de Monte Azul es un soplo de aire fresco.
Su enfoque multidisciplinario y práctico hacia las prácticas creativas dialoga con el arte contemporáneo a nivel global, y ofrece una experiencia inmersiva que acerca a las personas a los principios fundamentales de la creatividad.
El programa es completamente simbiótico, integrando a artistas locales y presentando tanto a artistas costarricenses consolidados y emergentes como a artistas internacionales que han participado en el Programa de Residencia de Monte Azul.
Shelley Spector
Artista | Philadelphia

Artista residente gracias al generoso apoyo de un Patrocinador Privado
Como artista, mi vida ha sido una constante de salir adelante — como sea posible. Aunque profundizar y enfocarme internamente para crear es un lujo, he descubierto que necesito equilibrarlo con la falta de indulgencia en otras áreas de mi vida.
Lo que Monte Azul hizo por mí —con su belleza excepcional del lugar, la calidad humana de su gente, el apoyo, el aliento y su espíritu generoso— fue alimentar mi práctica artística con una abundancia de todas estas cosas buenas.
Esto tocó profundamente mi interior y nutrió esos mismos espacios desde donde nace mi obra.
Hai Zhang
Artista | New York

Debo decir que la experiencia en Monte Azul fue un punto de inflexión en mi carrera. Estar allí transformó mi concepto de clima, comunidad y migración, pasando de lo abstracto a una vivencia humana concreta.
Pude sumergirme en la comunidad local y descubrir, para mi alegría, que Monte Azul ofrece la oportunidad de conocer las realidades culturales, ecológicas y económicas de esa región de Costa Rica.
Carlos también me brindó su mirada crítica y su conocimiento del arte, lo cual fue esencial durante todo el programa de residencia.
Aprecié enormemente la libertad que tuve para explorar mi obra, y regresé para una segunda estancia.
El cuerpo de trabajo que produje fue publicado y exhibido en museos de Estados Unidos, Francia y China.
Suzy Davidoff
Artista | El Paso, TX

Trabajar como artista en Monte Azul es un regalo —un regalo de tiempo y espacio que permite la creatividad sin las limitaciones de la vida cotidiana.
Despertar con los sonidos de aves y monos en los árboles, caminar por la selva tropical y a lo largo del Río Chirripó cada mañana camino al estudio, durante lo cual tuve la oportunidad de detenerme, observar y, finalmente, llevar conmigo una nueva parte de esa experiencia diaria al Estudio Monte Azul.
Lo mejor de todo es estar rodeado de personas creativas, generosas y amables que entienden lo que significa trabajar como artista. Eso hace que la experiencia en Monte Azul sea mágica e inolvidable.
Jennifer Rubell
Artista | New York

Monte Azul es un lugar mágico, como visitar a amigos que conocen a todos en un vecindario muy exótico y se dedican a ayudarte a descubrir a quien y lo que tu alma anhela.
Nunca he estado en un lugar parecido; es a la vez íntimo y vasto.
Mis caminatas por el jardín selvático, lleno de maravillas de otro mundo, me hicieron dudar de si aún estaba en la Tierra.
Stacey Levy
Artista | Pennsylvania

Artista residente gracias al generoso apoyo de Michael Martin Galleries Foundation of San Francisco
Monte Azul se encuentra al nivel de Pilchuck y Haystack en cuanto a la calidad de la experiencia y el impacto positivo que ha tenido en mi trabajo.
Me sentí completamente en paz, y al mismo tiempo lleno de energía, con la libertad de experimentar con medios que me sacaron de mi rutina diaria en el estudio.
Me sorprendió cuánto de esa experiencia terminé aplicando en mi práctica, y cómo muchos aspectos de lo vivido en Monte Azul volvieron a surgir más adelante en mi obra.
Federico Herrero
Artista | Costa Rica

Pintar y trabajar en el estudio fue una de las experiencias más inspiradoras que he vivido, con el abrazo de las montañas y toda la vida que estaba allí, mirándote, observando con curiosidad.
Hay momentos en la vida en los que uno simplemente se siente bien, hay claridad y paz... los momentos que he pasado en Monte Azul han sido así.
Pasé casi seis semanas en este lugar increíble, produciendo obras para mis compromisos profesionales, y también tomándome el tiempo para experimentar con la monotipia, algo que nunca había considerado intentar antes.
Estas obras sobre papel capturaron la libertad que sentí aquí y me ayudaron a replantear muchos aspectos de mi trabajo, enfocándome en nuevas ideas e inspiración.